lunes, 23 de noviembre de 2020

¿Qué esperamos de nuestra educación?

Hace unos meses escribía una crítica a la educación en Bolivia con relación a lo que compone o se relaciona con la formación regular y las decisiones del anterior gobierno por sobre los aconteceres del momento, sin embargo, son simplemente reflexiones que a mi manera de percibir esas acciones dejaron vacíos por sobre aspectos de planificación y adecuación tecnológica y pedagógica, en ese sentido, es importante que tras los cambios de autoridades se considere y plantee que la educación no solamente responde a una sola circunstancia, responde a una visión de país, no es simplemente planes de contingencia o estrategias de gestión, es un tema de principios, de respuestas a las demandas sociales, económicas, políticas de un país y un adoctrinamiento de una ideología política que se ha manejado de manera mal sana por sobre las generaciones que se encuentran en etapa de formación.

Porque países como Finlandia, Japón, Corea han generado sistemas educativos integrales y competitivos a nivel mundial que se demuestran en pruebas internacionales, Porque en Bolivia no se ha generado una prueba de competencias y de aprendizajes para conocer el estado de la formación como de los mismos formadores, ¿Hay algún temor en este tema?, al no identificar o conocer nuestra situación real, seguiremos caminando de la misma forma que hace 50 o 60 años, lentos y ciegos cuando la tecnología, los cambios culturales y sociales son una realidad inminente y considerable para transformaciones y reinvenciones que se adecuen al siglo XXI.

El repensar en la educación no solo es un tema de los maestros, es una acción conjunta, educadores de diferentes niveles, ámbitos, especialidades, sectores sociales, la misma empresa privada, investigadores y como no la universidad, un labor que concentre y apuntale a una formación acorde a las exigencias del siglo XXI a partir de los desafíos y retos que confluyen en elementos de desarrollo social, ambiental, económico y cultural implica sentarse y discutir lo mejor para el Estado desde lo real alejando los temas políticos y embates sectoriales que lo único que generan es la división del país y postergan el poder generar un avance significativo como sociedad, como país, como humanidad.

La pregunta que nos hacemos es ¿Cuándo?, ¿Quiénes?, ¿Con qué? generamos un verdadero encuentro de reflexiones y análisis educativo, pero al mismo tiempo, de acciones conjuntas técnicas, curriculares, investigativas, políticas, económicas que respalden las propuestas de un recambio sustancial a la educación, es una necesidad que el país esta exigiendo al vivir a cada momento que la intransigencia, los fines partidarios, la corrupción y la delincuencia están mermando nuestro sentir como sociedad sin poder encontrar un vehículo de transición a una nueva visión de país, puede parecer una ilusión, pero este servidor considera que esto, es posible, con voluntad y compromiso es posible.