jueves, 3 de octubre de 2019

La proalimentación en la evaluación


Seguramente recordaremos en nuestra experiencia de estudiantes que luego de un examen esperamos los resultados para saber cómo nos fue, es un momento estresante y que, en algunas ocasiones determina nuestro aprendizaje de acuerdo a nuestro desempeño, ¿Qué sucede luego?, la mayor de las ocasiones se convierte en estadística, promedio y calificación. Sin embargo, es evidente que algunos profesores hacen un doble trabajo por generar una retroalimentación de lo que es necesario aprender de acuerdo a los errores encontrados, por otro lado, puede que se quede como mencionamos, en número, en este escenario aparece un término o una acción diferente llamada la proalimentación.

¿Qué es la proalimentación?, al contrario de la retroalimentación es la acción de motivar a las personas a crear su futuro positivo, enfocarse en los sucesos que vienen, no en los errores del pasado, un concepto que se adopta desde un ámbito empresarial cuyos creadores son Jon Katzenbach y Marshall Goldsmit, desde el punto de reflexión del blog de juandon señala que la proalimentación es ayuda a las personas a visualizar y concentrarse en un futuro positivo, en lugar de hacerlo en un pasado equivocado. Aplicando estas ideas en el ámbito educativo las posibilidades de mejorar el desempeño y alcanzar los objetivos de aprendizaje tiene mayor fuerza en el proceso educativo.

¿Cuál es la diferencia con la retroalimentación?, el concepto de retroalimentación implica ir hacia atrás, a regular los aspectos que no han sido bien encausados, en el campo de la educación implica acortar las distancias entre la situación actual y la ideal del estudiante señalando los errores y aciertos, la participación del docente es fundamental para tratar los errores y dificultades que se presentan en el proceso educativo, por su parte, la proalimentación se enfoca en soluciones desde un punto de vista productivo, ayudar positivamente sin cuestionar o concentrarse en lo que se hizo mal, esto para evitar problema de comunicación y confianza, implica además un cambio de actitud tanto del estudiante como del docente, en este marco, es necesario comprender de diferente forma el error como parte del aprendizaje.

¿Cómo aplicamos la proalimentación en el proceso evaluativo?, como lo mencioné anteriormente, es una cuestión en primer lugar de actitud del rol docente y  rol estudiantil, es importante que se refleje en el proceso educativo y que la aplicación sea efectiva en función de este cambio actitudinal, luego es importante generar rúbricas de evaluación en las planificaciones o diseños instruccionales con mecanismos que tienen que ser instrumentos acordes a procesos que provoquen una proalimentación del aprendizaje. 

Un ejemplo de proalimentación en educación: En el currículo del primero de secundaria se tiene planteado aprender l célula, la profesora en una clase hace la explicación de la célula a los estudiantes, sus características y funciones, para que podamos evaluar si se ha logrado aprender los conceptos fundamentales aplicamos 2 instrumentos de evaluación, el primero una prueba escrita de selección múltiple, que conocemos su propósito objetivo evaluativo enfocado en el contenido, y el segundo la elaboración de un dibujo que señale las partes de la célula y explique cada una de ellas.

En el caso de la prueba escrita, posterior a completar la misma mostraremos luego de la prueba las respuestas acertadas que mostraban la prueba ideal. Por otro lado, para corregir la otra prueba que era un dibujo, lo que se hará el docente es mostrar un dibujo a los estudiantes haciendo referencia nuevamente las partes de la célula y sus funciones, el estudiante podrá comparar sus resultados y completará su evaluación para luego presentarla, la forma de evaluación se podrá determinar sobre las 2 partes de presentación de la tarea y verificar si el estudiante ha comprendido y completado la asignación. 

La proalimentación es un concepto de desarrollo, un escenario de concesión y apoyo acorde al desempeño, capacidades y limitaciones de los estudiantes, pero al mismo tiempo un concepto diferente que puede aplicar un docente en el marco educativo.