Hace
unos meses escribía una crítica a la educación en Bolivia con relación a lo que
compone o se relaciona con la formación regular y las decisiones del anterior
gobierno por sobre los aconteceres del momento, sin embargo, son simplemente
reflexiones que a mi manera de percibir esas acciones dejaron vacíos por sobre aspectos
de planificación y adecuación tecnológica y pedagógica, en ese sentido, es
importante que tras los cambios de autoridades se considere y plantee que la
educación no solamente responde a una sola circunstancia, responde a una visión
de país, no es simplemente planes de contingencia o estrategias de gestión, es
un tema de principios, de respuestas a las demandas sociales, económicas,
políticas de un país y un adoctrinamiento de una ideología política que se ha
manejado de manera mal sana por sobre las generaciones que se encuentran en etapa
de formación.
Porque
países como Finlandia, Japón, Corea han generado sistemas educativos integrales
y competitivos a nivel mundial que se demuestran en pruebas internacionales, Porque
en Bolivia no se ha generado una prueba de competencias y de aprendizajes para
conocer el estado de la formación como de los mismos formadores, ¿Hay algún
temor en este tema?, al no identificar o conocer nuestra situación real,
seguiremos caminando de la misma forma que hace 50 o 60 años, lentos y ciegos
cuando la tecnología, los cambios culturales y sociales son una realidad inminente
y considerable para transformaciones y reinvenciones que se adecuen al siglo
XXI.
El
repensar en la educación no solo es un tema de los maestros, es una acción conjunta,
educadores de diferentes niveles, ámbitos, especialidades, sectores sociales,
la misma empresa privada, investigadores y como no la universidad, un labor que
concentre y apuntale a una formación acorde a las exigencias del siglo XXI a
partir de los desafíos y retos que confluyen en elementos de desarrollo social,
ambiental, económico y cultural implica sentarse y discutir lo mejor para el
Estado desde lo real alejando los temas políticos y embates sectoriales que lo
único que generan es la división del país y postergan el poder generar un
avance significativo como sociedad, como país, como humanidad.
La
pregunta que nos hacemos es ¿Cuándo?, ¿Quiénes?, ¿Con qué? generamos un
verdadero encuentro de reflexiones y análisis educativo, pero al mismo tiempo,
de acciones conjuntas técnicas, curriculares, investigativas, políticas, económicas
que respalden las propuestas de un recambio sustancial a la educación, es una necesidad que el país esta exigiendo
al vivir a cada momento que la intransigencia, los fines partidarios, la
corrupción y la delincuencia están mermando nuestro sentir como sociedad sin
poder encontrar un vehículo de transición a una nueva visión de país, puede parecer
una ilusión, pero este servidor considera que esto, es posible, con voluntad y compromiso es posible.
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