Caminando por los pasillos de una determinada universidad,
es inevitable no escuchar en los ascensores o los momentos de espera la conversación
de estudiantes disgustados porque vuelve la educación virtual o por no haber
logrado subir su trabajo que por consecuencia le han dejado con una
calificación que no le satisface, dando lugar a quejas, enojo, maldiciones,
etc. No todo queda ahí, la parte docente tiene su panorama con relación a este
tema, subir a la plataforma los recursos educativos digitales, calificar en
tiempo y materia generando una retroalimentación que en lo presencial en
ocasiones era generalizada y muy pocas veces personalizada, trabajar desde un
ambiente digital distinto a lo tradicional en muchas ocasiones genera estrés,
malestar, doble trabajo.
La pregunta sobre si estas realidades las viven otras
universidades me parece que pueden ser similares, sin embargo, es solo un punto
de vista. Las lecciones negativas del uso de tecnología y su equivoca
aplicación metodológica entre el 2020 y 2021 trajo consigo consecuencias que ahora
parecen irreversibles, necesitan de una perspectiva distinta para comprender
que la educación con aplicación tecnológica puede brindar un apoyo importante
en la dinamización del proceso educativo. Sin embargo, ¿De qué depende? o ¿De
quiénes depende?, no es un tema simplemente de experiencias relevantes o
innovaciones institucionales, hay un criterio de estado que debe reforzar el
sistema educativo desde estos escenarios.
Por tal razón, se debe trabajar desde ámbitos mucho más
profundos, políticas educativas serías y arraigadas en fines de desarrollo
social en el país, transformaciones curriculares contextualizadas a las
necesidades de este nuevo milenio pero al mismo tiempo correlacionadas con un
nivel formativo de docentes y estudiantes que integren dentro sus competencias
personales y profesionales, las digitales, las que están integrándose a nuevos
oficios, a nuevas funciones y roles en ambientes laborales, generando
escenarios de productividad, efectividad y eficiencia, pero además de trabajo
colaborativo y de integración de nuevos conocimientos, de experiencias que no
solo transmitan, también motiven y generen una dinamización distinta de la
educación.
Sin embargo, es un punto de
vista ¿Qué opinas?