sábado, 7 de septiembre de 2024

¿Quién era San Juan Bosco?

Nació en Turín el año 1815 en una familia podre, campesina, su padre falleció cuando el tenía 2 años lo que provocó una infancia difícil y complicada por la relación su hermanastro, sin embargo, la actitud de la madre para con él y su ímpetu por salir adelante le permitió experimentar sus primeras bases para la vida religiosa.

Mucho más adelante, el pequeño saltimbanqui que inicio la sociedad de la alegría se convirtió en sacerdote en 1841, los años de revolución industrial y la forma de vida de los jóvenes en las cárceles fueron el preámbulo del encuentro con su vocación, sin embargo, al conocer a Bartolomé Garelli fue un momento que marcó su vocación y camino en el que sintió que era su misión la atención y educación de los jóvenes, esta responsabilidad que asumió desafió el sistema religioso que se mantenía en este tiempo, sus actividades pastorales le permitieron emprender espacios educativos y recreativos por medio de oratorios, lugares de educación, diversión, trabajo con el fin de encontrarse con Dios a partir de la fe, por esta obra se promovió la construcción de instituciones educativas e iglesias que a pesar de no tener dinero lograba por su fe en la providencia cumplir estas actividades.

Toda esta experiencia con los niños y jóvenes le inspiraron crear la congregación de los “Salesianos”, que nace a partir de la fe y su admiración en San Francisco de Sales por su bondad y con un grupo de pioneros dieron lugar la iniciativa a partir de la promesa pan, trabajo y paraíso que convirtió ese sueño de los nueve años en una realidad y que el aguinaldo del Rector Mayor este año nos promueve a recordarlo. En la actualidad las obras salesianas se han extendido por diferentes continentes, un hecho que ha fortalecido la educación a través del sistema preventivo, una metodología formativa y asertiva para los centros educativos a través del amor, es decir, los jóvenes no solo deben saberse amados, sino sentirse amados.

Un sacerdote caracterizado por sus sueños, sus milagros, su ímpetu y carácter fuerte para lograr sus metas, la dades de su vida porque creía que su vida era para los jóvenes ha sido un precedente que permitió santificarlo en la década de los 70 del siglo XX siendo Padre, maestro y amigo como el título que le otorgaron. Un ejemplo de persona en vida de servicio y fidelidad, que a lo largo de los años ha hecho que niños, jóvenes, profesores, religiosos, etc., sigan el camino de los salesianos.

Un 31 de enero de 1888 como hoy, Don Bosco fallece, cansado, enfermo, pero con la compañía de sus predecesores que lo asistieron hasta el final de sus días, lo que nos convoca a celebrar esta fecha como parte del camino que muchos hemos elegido y vivido como parte de nuestro proyecto de vida y que en cierta forma: religiosos, laicos, voluntarios, educadores, músicos ha logrado establecer como un estilo de vida.





jueves, 25 de julio de 2024

¿Y CÓMO VAMOS CON LA EDUCACIÓN Y LA TECNOLOGÍA EMERGENTE?

 


La educación boliviana a partir de la pandemia demostró que estaba en un estado de precariedad con relación al uso de la tecnología informática en procesos educativos en sus distintas modalidades, que fue notorio en aspectos de infraestructura, equipamiento, formación, metodología didáctica, entre otros.

Sin embargo, es indudable que varias instituciones y organizaciones educativas en la actualidad se han dado a la tarea de mejorar sus procesos formativos a partir de esta experiencia generando: capacitación a docentes, innovación en la metodología didáctica, mejora del equipamiento y el mobiliario, una apertura que responde a los retos y demandas educativas como la formación de los profesionales idóneos para el siglo XXI.

Una actualidad que demuestra una adaptación hacia la transformación digital que se encuentra en algunos casos en proceso, sin embargo, la innovación, la implementación y el uso didáctico, la dinamización de los procesos formativos desde la tecnología son aspectos importantes para la mejora en la labor docente. Para ello, es importante una mirada introspectiva de forma personal y colectiva, trabajar desde y con la tecnología implica acceder a escenarios de dinamización e interactividad de los procesos de formación, sin embargo, no es recomendable olvidar el propósito principal del profesor, del que genera e inspira el proceso, el que cambia y transforma el aprendizaje en una experiencia enriquecedora y significativa.

En este marco, ¿Cuál es su análisis con respecto a las necesidades educativas actuales?, ¿Qué criterios se relacionan con el actual rol del docente?, ¿Qué es necesario aprender en estos tiempos de tecnología emergente?

¿Qué piensa usted?


martes, 11 de junio de 2024

A más de una década de la reforma educativa del “proceso de cambio”

 

Como varios países Latinoamericanos y de El Caribe, Bolivia ha puesto en marcha reformas educativas que implicaban cambios a la gestión escolar, lineamientos curriculares como prácticas pedagógicas acorde a una intencionalidad educativa de un determinado contexto. Iño (2017) afirma que en Bolivia entre los siglos XX y XXI ha transitado por cuatro reformas educativas: la liberal, la nacionalista, la neoliberal y la socio-comunitaria. Ciertamente los tiempos son diferentes como las voces contingentes a los cambios y las transformaciones que se propone desde un criterio gubernamental, por tal razón, es necesario reflexionar ¿Qué resultados se han alcanzado en esta década de una “nueva” reforma educativa?

Si indagamos sobre resultados en cuanto a niveles de aprendizaje en distintas áreas, innovaciones curriculares y pedagógicas o coherencia con la competencia profesional del boliviano no encontramos información que permita un análisis de la realidad de la formación. El Ministerio de Educación bajo la dirección de Roberto Aguilar nos presenta informes del estado de la educación desde estadísticas poblacionales que, a través de políticas públicas del gobierno de turno, han logrado un incremento de matriculación, inclusión y participación ciudadana, datos que alcanzan hasta el 2013, sin embargo, la pregunta es ¿Y el proceso educativo qué tal?

Las características ideológicas y filosóficas del gobierno de turno tienen relación con los discursos divisores y de caudillismo sectorial de Evo Morales y a su turno García Linera, los criterios no son más que un rescate de eventos históricos de más de 100 años de búsqueda de reivindicación social y cultural, de la lucha de diferentes actores que se los tiende a olvidar como en todo en este país, a momentos ahistórico que no toma conciencia de su realidad y su contexto.

En la práctica, el maestro ha sido obligado a estructurar su clase con base a una orientación micro curricular basada en objetivos holísticos que no son más que un enfoque basado en competencias desde un paradigma constructivista que responde a una necesidad neoliberal, incoherente en su construcción y apreciación ideológica, sin embargo, novedosa en la forma de diseñar y articular el plan de clase, confusa para el maestro. En la práctica, se percibe que se continua recogiendo las mismas formas didácticas del proceso educativo de hace 20 o 30 años atrás ¿Dónde está la educación transformadora?

Considerando estas simples apreciaciones de turno, la pregunta es como aterriza el currículo en el colegio: ¿En las festividades folclóricas?, ¿Los eventos cívicos en los que alguna vez se hace el apthapi?, ¿La inclusión de las clases sociales en todo el escenario educativo?, ¿La creación de un nivel formativo para profesores que ahora no se sabe que sucede con él? Son varias las aristas para investigar y de alguna forma criticar y no desde el rol subversivo o de oposición como es costumbre de que censuren.

El criterio principal es reconocer que se ha hecho con la educación en más de 10 años con esta reforma educativa y reflexionar sobre el acto educativo en las aulas si es diferente o similar a la práctica tradicional, la tecnología no es parte del proceso en su integridad y la discriminación e inclusión de todos y todas aún son quimeras que no dejan de ser consideradas normales en la práctica formativa e inclusive considerar que valor e importancia del maestro en la actualidad ha sido devaluado, solo es el reconocimiento del 6 de junio, y que sucede con los otros más de 300 días de su vida, pienso que hay mucho para reflexionar.

Bibliografía

  • Contreras, M. & Talavera, M. (2004). Examen parcial: La reforma educativa Boliviana 1992 – 2022, Fundación PIEB, La Paz.
  • Yapu, M., Velásquez, I., Torres, L. (2023) El Estado de la Educación en el Estado: Realidad de la educación en Bolivia 1825-2022. Konrad Adenauer Stiftung, La Paz.
  • Iño, W. (2017). Una mirada a las reformas educativas y la formación de la ciudadanía en Bolivia (Siglo XX y XXI). Alteridad Revista Educativa, vol. 12, núm. 2, pp. 144-154, 2017
Si es de su interés revise el siguiente enlace que contextualiza una experiencia sui generis de la educación: 

https://www.opinion.com.bo/articulo/cochabamba/rdquo-tengo-30-ntilde-he-vuelto-colegio-rdquo/20160409200100547491.html


jueves, 6 de junio de 2024

Desde mi trinchera

 

Paulo Freire resaltaba que la educación es un acto revolucionario, que jamás debía dejarse la lucha por la educación, su incondicional argumento para muchos seguramente nos brinda una trinchera de defensa y de constante atención hacia los nuevos retos y desafíos que enfrenta la sociedad y que es posible desde la educación generar un cambio.

En algunas ocasiones me preguntan porque elegí la educación como profesión, y con una mirada retrospectiva no recuerdo que los profesores en el colegio me hayan generado una motivación a decidirme para ser un agente educativo, sin embargo, gratamente puedo recordar a un profesor de sociales que al descubrirme dibujar en su clase en lugar de atenderlo me felicitó por ello, pero me pidió mi atención, un acto de un profesor comprensivo en su momento.

Me remonto el recuerdo a los tiempos de encuentro conmigo mismo durante mi experiencia en el Centro Juvenil Oratorio Don Bosco, un espacio en el que pude reconocer mis habilidades e inquietudes, fortalecer mis ideales, creencias y mi posición ante la vida a pesar de las dificultades. Encontrar mi vocación fue el resultado de la esencia y la hermandad de tantos amigos y amigas que han sido parte de mi crecimiento y que hasta ahora los guardo en lugar privilegiado del recuerdo, una guitarra, un papel y un bolígrafo tenían tanto sentido para mí en ese momento que significaba “volver a vivir”.

Considero que la experiencia en la universidad me permitió tener mayor amplitud de la educación a través de las enseñanzas de docentes por su conocimiento, compromiso y desempeño hacia nosotros, generaron mi admiración y agradecimiento a quienes fueron parte de este proceso de profesionalización, docentes como: Beatriz Cajías, Nelly Balda, María Luisa Talavera, Orlando Huanca, Erik Moscoso, Rolando Barral, Benito Fernández, Waldo Marca entre otros.

La mirada educativa desde el rol del maestro con adolescentes, niños y niñas. tenía una característica distinta a la formación de adultos, a la forma de contraponer el contenido y la atención comprometida a quienes fueron parte de ese crecimiento, no olvido mis equivocaciones, pero tampoco mis aciertos a valorar la vida y el esfuerzo de sus progenitores. Los viajes a la mayoría de las regiones del Beni me permitieron conocer el contexto del trabajo del profesorado, entre sus precariedades y su alto compromiso por la mejora de sus competencias como su empeño por continuar con su labor pedagógica me enseñaron que había mucho por aprender.

Pienso que una mirada integral se generó siendo parte de la administración educativa, desde un doble rol, las aulas y la organización pedagógica curricular, la preocupación por responder a las exigencias del posgrado y la respuesta a la sociedad pandina, ciertamente esta labor guiada por la experiencia y mística del Ing. Jorge Azad fueron puntales para mejorar cada día, conocer los entre telones del acto educativo generó una visión de la preparación para ser profesor, desde distintas características, experiencia, la voz profunda y coherente entre la práctica y la teoría es lo que marca un antes y un después de mi posición educativa actualmente, profesionales como: Mónica Olmos, Claudia Quezada, Adhemar Poma, Vito Vargas me brindaron una mirada distinta del ser docente, de la coherencia de la vida, la experiencia y el contenido.

Hoy, desde esta trinchera educativa que me brinda la posibilidad de estar en las aulas de forma presencial y virtual me convoca a la mejora, a un buen desempeño, a entregar mis conocimientos desde la empatía, el altruismo y el compromiso con el otro, con su educación y sus intereses, me recuerdan a esos momentos de crecimiento, de trabajo y sacrificios en su momento, de admiración y continua formación.

Desde mi trinchera ahora siento que he decido correctamente mi camino, el placer y la felicidad de estar en un aula o un espacio de formación me llena de alegría, de retos, de búsquedas y encuentros, repercute en mi ese sentido de vida, de liberación, de generar conciencia, compromiso con nosotros, ¿Quién soy yo para eso?, nada más alguien que considera que la educación es la forma más amable de contribuir al prójimo en su mejora constante y profunda, entre tantas situaciones negativas, las alegrías del aula pueden cambiar vidas, esa es mi trinchera, mi forma de vida.