lunes, 17 de febrero de 2025

Epistemología de la Educación y el Currículo

 


Para comprender los conceptos diacrónicos del currículo es necesario comprender la teoría de la educación, en ese sentido, es importante identificar los preceptos epistemológicos fuente del conocimiento que ha bastado para hacer ciencia curricular, desde ese contexto teórico, es necesaria señalar la vinculación que determina partir de la evolución del currículo y su fundamentación con paradigmas educativos, lo cual, permite abordar de manera congruente aspectos epistémicos de la educación y el currículo.

¿Por qué abordar desde esta posición contextual que condiciona el objeto de estudio a la variación teórica a partir de la generación histórica de las teorías educativas?, no está por demás reconocer que cada particularidad epistémica, conceptual y operativa del currículo se establece a partir de aportes desde la psicología, la sociología, la política entre otras disciplinas, lo que implica promover transformación o mantención del status quo, entender este precepto es hacer una lectura desde una posición racional que propone Ander-Egg, marco que parte de la reflexión y de cómo se inicia la fundamentación teórica del currículo, la posición del epistemólogo venezolano Miguel Martínez afirma:

La matriz epistémica es...la fuente que origina y rige el modo general de conocer (…), y su esencia consiste en el modo propio y peculiar que tiene un grupo humano de asignar significados a las cosas y a los eventos, es decir, su capacidad y forma de simbolizar la realidad (…) Es un sistema de condiciones de pensar”. (Martínez, 1997, pág. 228)

La reflexión epistémica del objeto de estudio desde la concepción de Emanuel Kant a la que hace referencia Hessen en su libro “Teoría del conocimiento” es distinta, señala una fundamentación crítica del conocimiento científico pero no investigando desde el origen, sino la validez del conocimiento, del cómo es posible promover el conocimiento, sobre qué bases o supuestos se fundamenta, en ese sentido, identificar como se hace posible el conocimiento a partir de entender filosóficamente los antecedentes histórico educativos del currículo contribuye a fundamentar la teoría curricular.

La educación no nace a partir de un estudio sistémico y organizado en la humanidad, no recurre a métodos, estrategias de carácter genérico que organizan un conocimiento para todos, su dinamismo y complejidad regidos por la sociedad a lo largo de la historia son elementos que fluyen en la transformación social a través de la cultura, la religión, la política, el desarrollo del conocimiento y la axiología entre otras variables, en ese sentido, entender la educación desde una fundamentación epistemológica de carácter positivista, racional o causal es limitante, más aún la educación siendo una ciencia social.

Si nos trasladamos a una etapa primaria de la humanidad y nos cuestionamos ¿Cuál habrá sido el objeto de la educación en la edad primitiva?, podemos describir desde los estudios antropológicos y de evolución del ser humano que se considera para el hombre la educación un elemento importante para la transmisión de conocimientos que permitan sobrevivir, es decir, al margen de satisfacer sus necesidades básicas de vida: vestimenta, alimentación, reproducción, era necesario que las generaciones sucesoras aprendan sus costumbres. ¿Qué cambios se advierten a partir de ese primer objeto de la educación?, ¿Será qué se ha generado distintos a lo largo de la historia?, la respuesta será afirmativa, sin embargo la UNESCO hace énfasis desde la Declaración de la Educación en la década del noventa sobre la educación para todos y para toda la vida, una de las premisas que ha logrado desarrollar estrategias políticas a nivel mundial más favorables de inclusión e igualdad, de derechos y oportunidades, pero al mismo tiempo de retos y metas a cumplir, se entiende este precepto haciendo referencia a los Objetivos de Desarrollo del Milenio que plantea las Naciones Unidas, los cuales, refieren que la humanidad debe alcanzar ciertas metas para incrementar y mejorar la calidad de vida de las personas y evitar la degradación del planeta, el documento en el preámbulo de la Agenda 2030[1] señala:

La presente Agenda es un plan de acción en favor de las personas, el planeta y la prosperidad. También tiene por objeto fortalecer la paz universal dentro de un concepto más amplio de la libertad. Reconocemos que la erradicación de la pobreza en todas sus formas y dimensiones, incluida la pobreza extrema, es el mayor desafío a que se enfrenta el mundo y constituye un requisito indispensable para el desarrollo sostenible (Naciones Unidas, 2015).

El plan de las Naciones Unidas tiene como desafío erradicar la pobreza como una meta principal e importante para el desarrollo sostenible, complejo, amplio, retador, que genera reflexionar en ¿Cuáles habrán sido las motivaciones para generar esta propuesta?, si recapitulamos la referencia anterior al objeto de estudio de la educación de nuestros antepasados, nuevamente al parecer intentamos ahondar fuerzas en el propósito de sobrevivir, si comparamos la intención de los objetivos y lo planteamos desde un plano educativo advertimos que el propósito sigue siendo el mismo a partir de las metas que se proponen, estos elementos se integran para eliminar la pobreza desde todas sus formas y dimensiones lo que implica que deba existir una acción educativa global a partir de políticas, estrategias, planes, programas estatales, y se convierten en elementos que justifican desde un punto de vista axiológico de la vida, altruista en todas sus formas.

Si aplicamos un contexto existencialista, desde la inclinación subjetivista de la educación concluiremos que todo cuanto se haga bajo fines de desarrollo que implique un acto educativo comprende un objeto axiológico en su proposición, en tal sentido, todo lo metodológico sería simplemente presa del tecnicismo y el utilitarismo, una posición que seguramente no será apropiada desde la postura sistémica de la investigación.

La premisa epistémica entonces, se fundamenta en repensar en la ciencia social de la educación, si responde a las necesidades sociales individuales y colectivas, desde su simpleza y complejidad que se converge en la incertidumbre a través de las transformaciones racionales e irracionales de la humanidad, (Bauman, 2.000) hace referencia a este aspecto señalando que la sociedad ha pasado de un estado sólido a un estado líquido, en el cual la fluidez y su voluntad a lo instantáneo ha creado un tiempo de no conocer que sucederá en tiempos cortos de la vida de los seres humanos, un contexto difícil, en el que entender a las nuevas generaciones exige mayor flexibilidad en el método, la técnica y la adaptación.

El artículo de Jaime Ruiz del Departamento Académico de Estudios Generales de ITAM en México hace la referencia al análisis de la obra de Bauman Tiempos líquidos. Vivir en una época de incertidumbre, en el cual considera que una de las novedades sociales:

“…es el paso de la fase “sólida” de la modernidad a una fase “líquida”, es decir, a una situación en la que las formas sociales, las instituciones tradicionales que han servido para salvaguardar la continuidad de los hábitos y los modelos de comportamiento aceptables, ya no pueden (ni se espera que puedan) mantener su forma por más tiempo, porque se descomponen y se terminan antes de poder asumirlas (Ruiz, 2013, pág. 211).

La reflexión sobre la competencia institucional hace énfasis en la respuesta sistémica que no puede ofrecer lo tradicional, ha quedado caduco, obsoleto para los fines sociales de entender el mundo a partir del avance de la ciencia y la tecnología.

 En este contexto, ¿Cuál es el rol de la educación en la actualidad?, si nuestras metas a futuro serán como hace millones de años de sobrevivir o tendrán una concepción más trascendental de la vida, esta aproximación por darle un sentido axiológico implica comprender que la escuela, el instituto, la universidad, el sistema educativo, deba responder a las exigencias múltiples, complejas, objetivas y subjetivas del mundo y esto desde un plano más sistémico y orgánico de la educación implica en un repensar del currículo.



[1] El documento es presentado por las Naciones Unidas en su plataforma virtual (http://www.cepal.org/sites/default/files/events/files/2030_agenda_es.pdf) que hace referencia, a la aplicación y seguimiento integrados y coordinados de los resultados de las grandes conferencias y cumbres de las Naciones Unidas en las esferas económica y social y esferas conexas. Seguimiento de los resultados de la Cumbre del Milenio. Proyecto de resolución remitido a la cumbre de las Naciones Unidas para la aprobación de la agenda para el desarrollo después de 2015 por la Asamblea General en su sexagésimo noveno período de sesiones para Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible

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