Claudio Naranjo señala que la
educación es un crimen, lugar donde los jóvenes se encuentran como en una cárcel y se les enseña
a resolver exámenes y no problemas de la vida, un criterio rígido frente a la realidad
y que sugiere replantear la educación, el desafío trascendental en estos tiempos, es que las
generaciones futuras puedan adaptarse a los nuevos retos del futuro, en ese
sentido, para que se pueda generar una transformación real es importante
plantear escenarios significativos de aprendizaje.
La concepción actual de
la educación se plantea desde el enfoque del constructivismo y el surgimiento
del conectivismo, en ese marco, se habla de las competencias como un novedoso
enfoque educativo, siendo que es un tema sugerido desde el siglo pasado.
Remontarse a la historia y hacer referencia a los eventos
que evidencian el desarrollo de la formación de competencias requiere identificar
conceptual e históricamente el origen del término, para Mulder, Weigel
& Collings hacen referencia al antecedente griego de la palabra “ikano” que se traduce como capaz, la
concepción de Platón de él “llegar”
relacionada a la concepción griega de ser “capaz”
y su vinculación con la persona podría tener la referencia de: “llegará a la capacidad de…”, lo que
implica, un antecedente en los propósitos educativos actuales.
De acuerdo al Informe de la Comisión de la Educación para el siglo XXI desarrollada
en 1995, se plantea cuatro pilares de aprendizaje
fundamentales: Ser, Hacer, Conocer y Convivir, aprendizajes que convergen en el proceso educativo siendo la base del enfoque de formación de competencias, Vargas (2008) identifica los
mismos conceptos a través de analizar la documentación de la comisión europea
de la educación sintetizando componentes de la empleabilidad en: conocimiento
de base (el saber), conocimiento técnico (el saber hacer) y aptitudes (el saber
ser)
Sergio Tobón (2005) amplía la
concepción de las competencias desde un diálogo entre tres ejes centrales: 1)
las demandas del mercado laboral empresarial-profesional; 2) los requerimientos
de la sociedad, y 3) la gestión de la autorrealización humana desde la
construcción y el afianzamiento del proyecto ético de vida.
Para la sociedad del conocimiento el reto de la educación en sus diferentes niveles, es vincular
la formación integral de las personas por medio de la formación de competencias, en ese
contexto, se asocia de manera pertinente el uso de la tecnología virtualizando la educación, convirtiéndola en accesible y flexible. Morín (2001) amplía su
concepción de las competencias señalando que debe existir pertinencia e
interacción con el contexto, se reconozca la diversidad cultural, de
pertenencia y este orientada a la tolerancia empática hacia los demás que estimule
la democracia y se base en el principio de la incertidumbre.
Este marco conceptual, se debe comprender la importancia
de promover una educación integral a través de estrategias educativas
contextualizadas a las generaciones actuales, promover políticas educativas de inclusión
y equidad dentro y fuera de las aulas, necesario que la sociedad, el estado, la empresa se involucren de manera
sistémica.
En la actualidad, se promueve la educación basada en las competencias, centradas en el ser,
conocer, hacer y saber, concepto multidimensional que implica desarrollar
habilidades cognitivas, procedimentales y actitudinales para garantizar el
desempeño personal y social en un contexto determinado, según Caccuri (2017) “Para enseñar y
aprender en la cultura digital es necesario desarrollar competencias digitales
que nos permitan comprender los nuevos modos y medios en los que produce y
circula la información”
La afirmación anterior permite reconocer nuevamente que
existe la necesidad de migrar al conocimiento digital a partir del desarrollo
de las competencias digitales, ¿cómo lo logramos?, la recomendación de Caccuri es
que los docentes integren en los procesos educativos actividades en
entornos digitales sin importar el área de conocimiento especializado o el
nivel educativo y que el trabajo sea en forma colaborativa.
Las experiencias de los entornos virtuales no es
solamente la conectividad o el equipamiento informático, lo fundamental o
necesario es la integración de las competencias digitales desde el diseño
curricular aplicados en la práctica didáctica.
Bauman (1999), nos invita a reflexionar sobre la
pertinencia de la educación en tiempo de incertidumbre y de cambio constante,
de transformación y de la misma globalización de la información, estamos en un
periodo en el cual, la responsabilidad de los seres humanos está en cuan
capacitado estamos para adaptarnos a una realidad que exige y necesita nuevos
escenarios de encuentro humano para un desarrollo y cuidado de nuestra
diversidad social, ambiental y cultural, este es el principal reto de la
educación que considero debe ser planteado, reflexionado, discutido y aplicado.
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