miércoles, 5 de agosto de 2020

Cultivar nuestros talentos en estos tiempos de emergencia


Según la Real Academia Española, el término talento” hace referencia a una persona inteligente o apta para una determinada ocupación, lo asociamos a la capacidad o habilidad que es posible incremente y consolide a través de la práctica, desde una perspectiva espiritual lo consideramos como un don que está al servicio del prójimo, y también es posible entenderlo como la herencia genética de nuestros progenitores.

Este tiempo de pandemia ha generado una serie de problemas y dificultades colaterales al contagio de la enfermedad del coronavirus y por el momento esta situación no va a detenerse, lo que conlleva a que las personas afectadas en sus ingresos económicos tengan que reinventarse a través de diferentes emprendimientos de actividades que les permita sobrevivir valiéndose de aquellos talentos o aprendizajes que han logrado concretar como una habilidad.

Sin embargo, muchos otros talentos no pueden utilizarse de forma lucrativa, la pandemia por el coronavirus nos está exigiendo sacar lo mejor de nosotros en un momento muy duro para la humanidad, en este escenario, es una necesidad ponernos al servicio de nuestra sociedad en toda la diversidad que imaginemos, este tipo de acciones, permite que se pueda canalizar nuestras emociones y sentimientos con el propósito de incrementar calidad de vida y de servicio dentro y fuera de nuestros hogares.

En el sistema educativo nos educan para poder obtener un título, una profesión, pero no para descubrir nuestra vocación o para perseguir nuestros sueños y nos concentramos en la ansiada seguridad de vida considerando que los bienes materiales y el dinero podrán ser parte absoluta de nuestro bienestar, en este contexto, ¿Qué es lo que debo hacer con mis talentos?, lo primero que se debe considerar es tener una actitud de descubrimiento, de indagación sobre las capacidades y habilidades que son posibles desarrollar, que nos apasionan y hacen que el tiempo siga su curso sin preocupaciones. Un segundo aspecto es la dedicación para desarrollar los talentos descubiertos y en ese marco es importante el sacrificio, el esfuerzo y la disciplina para que se conviertan en capacidades y habilidades consolidadas.

Un tercer aspecto es practicar para generar un dominio de las capacidades que nos conviertan en expertos, lo que nos posibilite como un último aspecto a considerar es compartir los talentos con los demás, que se conviertan en un servicio hacia la comunidad como una de las competencias del siglo XXI.

Es indudable que tenemos debilidades e incapacidades que no nos permiten desarrollar ciertos talentos o que nos distraen para poder consolidarlos, sin embargo, es necesario enfocarse en lo que estamos desarrollando sin pensar en el tiempo y estar atento a estas actividades o habilidades que nos entusiasman y emocionan haciendo que el tiempo pase sin sentirlo, que te hace valorarlo más y que puedes defenderlo con toda la actitud.

Es un tiempo de oportunidades y opciones en un escenario de incertidumbre y dolor, un tiempo de cultivar nuestros talentos a través de considerar el propósito de servir al prójimo y estar disponible a la sociedad. Son tiempos en los que la vida es apreciada y significativa, pues estamos expuestos a perderla o que alguno de nuestros seres queridos la pierdan, por tal razón, nuestros cuidados deben ser extremos, pero al mismo tiempo responsables sin perder la fe y la confianza que esto va a pasar.


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